
Acerca de Mi:
Inicié mi formación como psicóloga clínica en 1981 en la Pontificia Universidad Católica de Chile, titulándome como tal con mi tesis sobre Maltrato Infantil. Por casi veinte años mi dedicación exclusiva fue para niños, jóvenes y sus familias en situaciones de maltrato y adopción. Con mi traslado a Centroamérica desarrollé el interés por la Psicología Positiva y la Inteligencia Emocional y al día de hoy me realizo profesionalmente como terapeuta, en tareas de psicodiagnóstico y como relatora de cursos de Crecimiento Personal.


Especialización en
Tampoco nadie nos enseña a ser y a vivir en pareja. Tampoco quisiéramos tener dificultades y sentir dolor en nuestra relación de dos y aún menos alejarnos definitivamente. Y sin embargo esto sucede y mucho porque lamentablemente en nuestra inmadurez e ignorancia cometemos errores. Aprender de ellos, de la sabiduría acumulada es justo y necesario.
Quisiera no tener que acompañar el trauma de las personas, pero sucede por tantas vivencias: abusos, duelos, violencias, miedos, tristezas, el dolor en la vida necesita una mano amiga, comprensión, respeto y un apoyo para que prevalezca la esperanza de vivir.
Terapia de Pareja
Terapia Familiar
Trauma
Coaching de Vida
Control del Estrés
Vivir con Inteligencia Emocional implica dominar el arte del Autoconocimiento y Autoestima, como la comprensión y gestión de nuestras emociones, tener un Proyecto de vida alcanzable y motivante junto con la voluntad y disciplina necesarios para desarrollarlo. Implica ser un aporte para la vida de los demás, con habilidades relacionases sanas y funcionales, crear vínculos, comunicarnos amorosamente y saber convivir con paz y respeto.
Inteligencia Emocional
El estrés nos impulsa a crecer, a madurar, fortalece nuestras metas y nuestro carácter. El problema está cuando se desborda en intensidad, frecuencia o cronicidad, anclando en las emociones de tristeza, miedo e ira, sin dejar espacio para la vivencia de paz y felicidad interior.
Nadie nos enseña a vivir y muchas veces la tarea más difícil puede ser el mirarse a si mismo o misma y percibir la necesidad de cambio junto con las posibilidades de poder hacerlo. Dejarse acompañar es sano, en un contexto de mejorar nuestra calidad de vida, más allá de problemas o dificultades puntuales, sino por la búsqueda de nuestra autorrealización en este estrecho margen de vida.
El espacio familiar debería ser fuente de amor incondicional, de seguridad y protección, fuente de valoración y un espacio desde donde poder crecer y evolucionar. Pero no siempre es así, a veces cargamos con tantas historias familiares disfuncionales que nos perdemos a nosotros mismos y caemos en pautas de relación dolorosas. Buscar ayuda y creer en el cambio es prioridad de vida.